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sábado, 12 de mayo de 2018

LAS ARTES MARCIALES DEL EJÉRCITO

Hoy, 12 de mayo de 2018, ha tenido lugar una espléndida exhibición deportiva militar en la Plaza de España. Formaba parte del programa para la celebración de la Semana de las Fuerzas Armadas organizado por el Museo Histórico Militar de Sevilla, como ya tuvimos ocasión de anunciar en este blog y las redes sociales de la Asociación.
La jornada estuvo dividida en dos partes, una teórica, en forma de conferencia a cargo del Capitán Lumbreras, del MADOC (Mando de Adiestramiento y Doctrina); y otra práctica: una amplia exhibición de las diversas modalidades de Combate cuerpo a cuerpo e Intervención no letal.






El ponente, a punto de comenzar la conferencia.
Se empezó puntualmente a las 10:30 horas, en la sala de conferencias del Museo, donde el ponente, mediante una didáctica y clara conferencia titulada "Las artes marciales del Ejército. CCC-INL: combate cuerpo a cuerpo e intervención no letal", nos explicó que esta nueva disciplina deportiva ha nacido a partir del desarrollo de técnicas disuasorias y de combate cuerpo a cuerpo por parte del Ejército, para adaptarse a las características y exigencias de los contextos de actuación e intervención que imponen los conflictos en la actualidad.


Dichas técnicas se incluyen en la educación, instrucción y adiestramiento militares, y, posteriormente, sin dejar de formar parte del adiestramiento físico operativo de los miembros del Ejército, pasan también a conformar modalidades de competición deportiva, de las que ya se ha celebrado un primer campeonato nacional, y, vistos los buenos resultados, el segundo se celebrará en el próximo mes de octubre.



El desarrollo de la disciplina deportiva ha dado lugar a diez modalidades distintas, y a la organización de la competición en clasificaciones individual, por modalidades y por equipos. Al tener su punto de partida en la preparación y entrenamiento para afrontar situaciones reales de diversos grados de riesgo, es una disciplina deportiva extremadamente dura y con un elevado nivel de exigencia para sus practicantes, como pudimos comprobar tras la conferencia, cuando nos trasladamos al exterior de la Plaza de España y nos unimos al resto del numeroso público, que llevaba congregrado desde primeras horas de la mañana, mientras se preparaba el recinto de enfrentamiento.

A punto de empezar, frente a la Torre Norte de la Plaza de España
Allí fuimos espectadores de todo un despliegue de técnicas de combate cuerpo a cuerpo, conforme a las 10 modalidades regladas por el Ejército. Pudimos ver enfrentamientos individuales, por parejas, de hasta tres contra uno, y en grupo, modalidad ésta que precisa de una elevada compenetración entre los miembros del equipo; con armas y sin ellas, en diversos supuestos de riesgo, con necesidad de respuesta diferente.



Un momento de la exhibición.
Un grupo de árbitros controlaba y puntuaba las intervenciones, exactamente igual que en un supuesto de competición, mientras que el Capitán Lumbreras iba explicando al público las peculiaridades de cada modalidad y supuesto, así como el tipo de materiales, protecciones y armas que, en su caso, estaban utilizando los competidores. La única diferencia con un campeonato real fue, - además del lógico menor número de participantes -, el que no se utilizara fuego real. Y, ejemplo de la dureza que antes mencionábamos, uno de los militares que competían resultó lesionado (esperamos su rápida recuperación).

Como se puede ver en las fotografías que acompañamos, el recinto de competición es simplemente un espacio delimitado, sin ningún tipo de adecuación que haga las caídas sobre el suelo más livianas o menos lesivas para los contendientes, que, salvo en una de las modalidades, no llevan prendas especiales de protección. Y otra de las modalidades, de dificultad extrema, implica que los participantes compiten con los ojos vendados, y han de valerse de los restantes sentidos para detectar por donde le ataca el contrincante y defenderse de manera efectiva.
Los árbitros comprueban que los competidores no ven.

La exhibición, muy bien organizada, fue, como esperábamos, espectacular e impresionante, con unos contendientes que dieron lo mejor de sí y de su excelente preparación, sin importarles ni el duro suelo, ni el calor de un sol de primavera avanzada sevillana, que, aunque aliviado a ratos por intervalos nubosos, brillaba con ganas. Los calurosos aplausos del público compensaron sus esfuerzos, según manifestaron los militares al terminar la exhibición, mientras recogían y recibían las espontáneas felicitaciones de los presentes.
El público no sólo se distribuía por la plaza, sino que también ocupaba la galería.

 
Tras los aplausos, recogida, con satisfacción por el éxito conseguido.

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